domingo, 8 de febrero de 2015

28-11-2014

©Ana Moreno
En un instante
Se nos apretaron los pulmones,
Se nos encogió la garganta
Y se nos lavó la cara.

Un soplo
Para pensarlo.

Un minuto
Y no volvimos a vivir como hasta ahora.

Cuando ya no se esperaba
Las imágenes volvieron
Y cobraron color
Y cuando apareció la paleta completa
Todo se volvió blanco y negro.

No será la primera ni la última
-Pensamos-

Pero esta vez no era un número.
Nada de cifras abstractas.
No.
Era concreto, muy concreto:

Sus lunares,
Sus ojos verdes,
Su risa,
Sus camisetas de rock,
Sus gafas,
Su pelo rizado

-Todo estaba ahí-
Y había estado en momentos clave.

Años en los que cambiamos,
Crecimos,
Nos enamoramos,
Follamos,
Bebimos,
Corrimos,
Bailamos y cantamos.

Y ahora,
Cuando ya no nos acordábamos
El todo volvió para ser la nada,
La nada invadió nuestro espacio
Y el todo se metió en nuestro cuerpo.

Pero

Nos estrujamos los unos a los otros
Para atornillar nuestras memorias

Recuerdos,
                       Recuerdos,
Las clases,
Los besos,
La montaña,
El cumpleaños,
La fiesta,
El estudio,
Los abrazos,
La música,
El cine,
El amor,
La ruptura,
El regalo

Y el FIN.

Y entonces
Supimos que no iba a desaparecer.
Porque una vez más
Estábamos nosotros
Gritando un sólo aullido.

Y comprendimos

Que aunque la vida nos hubiese sacado el dedo,
Nosotros podíamos con ella
Porque nuestra voz
Llegaba al INFINITO.

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