PARTY

Hoy estoy con ganas de salir,

perder  mi voz en la madrugada,

y no pensar en el estado

en el que despertaré al día siguiente.

Quiero pintarme la línea del ojo

a juego con mi conjunto negro

-que es a prueba de sudor-,

ir a buscar a mi amiga Mery

y pararnos en el sitio

que tenga la luz más rosa, malva

o violeta.

Vayamos a nuestro lugar

y hagamos tiempo

sacando el esmalte de uñas

(la disco tiene que llenarse).

Hecho.

Ahora viene la estelar entrada:

unos movimientos de cadera

y unos brazos como alas de cisne

hasta llegar al lado del DJ.

Recemos porque hoy venga uno bueno.

Aunque he de decir

que eso no nos importa

realmente.

No.

Hoy sería capaz de bailar cualquier cosa

-y ella también-.

Hoy

hoy somos como los Club Kids,

como Kate y Naomi,

como Sonia y Selena.

Hoy olvidaremos la dignidad

en cualquier rincón de la pista

porque

¿Qué nos puede preocupar?

¿Acaso no lo hemos hecho antes?

¿Acaso no hemos venido aquí para eso?

Seremos la principal atracción

entreteniendo a toda la fauna

que poco a poco se acercará:

maricas que se lo hacen,

heteros  un tanto pesados,

y mujeres que tienen el pelo

más amarillo que nuestras cervezas.

Pero no pasa nada,

algunos acabarán bailando con nosotros

y hoy

nosotras necesitamos 

ser las reinas del baile,

irnos a casa con la corona puesta.

Luego,

cuando ya no sintamos las articulaciones

y el dolor de barriga no nos deje seguir,

caminaremos hacia el desayuno

dándonos cuenta de que nuestra voz se fue

y al llenar el churro de azúcar,

miraremos la horrible luz del sol

agotando a la maravilla de las farolas

mientras decidimos

que vamos a dormir juntas

-para eso están las comadres-.

Por último,

nuestros ojos empezarán a caer

fantaseando sobre la próxima salida:

¿Cuál será el maquillaje?

¿Gafas o no gafas?

¿Qué color llevaremos a juego?

Porque hay que dejarlo todo atado.

Porque hay que hacer

que la próxima noche

acabe siendo igual de buena

que todas las que ya hemos hecho.

Sí.

Hoy estoy con ganas de salir de fiesta

pero a mi amiga Mery

le ha dado por no coger el teléfono.